En nuestra filosofía de trabajo el formador aplica una metodología activo-demostrativa que facilita en el participante la interiorización de los contenidos, su generalización a diversas actividades relacionadas, así como su transferencia al ámbito de trabajo, objetivo final de toda formación.
Para nosotros, el protagonista de la formación es el alumno, quien debe tener un papel lo más activo posible durante la formación. Por este motivo diseñamos herramientas pedagógicas donde el alumno deba vivir en primera persona y experimentar al máximo las competencias a desarrollar. En nuestras sesiones de formación presencial el formador actúa como catalizador y facilitador de contenido, promoviendo que sea el alumno el que viva, reflexione e interiorice, siempre fomentando el traslado de lo aprendido al puesto de trabajo”.
Nuestro criterio metodológico es la INGENIERÍA PEDAGÓGICA. Esta metodología considera que a la hora de diseñar una acción formativa hay que seguir tres fases fundamentales: